Cuando falta alguno de los factores que componen la sangre, el tiempo de coagulación se prolonga.
La hemofilia es una enfermedad hereditaria, ligada al sexo, con carácter recesivo, aunque también se dan casos por mutación genética o generación espontánea.
Existen varios tipos de hemofilia y otras coagulopatías congénitas, pero las más conocidas son dos:
Hemofilia A: caracterizada por la deficiencia del factor VIII de la coagulación. Es la más frecuente y representa el 85% de los casos censados tanto a nivel nacional como internacional.
Hemofilia B: caracterizada por la deficiencia de factor IX de la coagulación y que representa el 15% de los casos nacionales e internacionales.
Dependiendo de la cantidad de factor deficitario la hemofilia se puede clasificar en tres grados:
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